Aunque me queda casi un año más de venir a trabajar, espero
que sea, aún más que antes, venir a disfrutar, que eso no es trabajar…
Si, después de casi 41 años en el mismo barco, hoy se cumple
un hito que me permite pasar a la situación de pre-jubilado, queda casi otro
año de trabajo efectivo en situación de relevo, escenario legal que permite a
un “sénior” (forma fina de llamar a un veterano, maduro que no viejo) pasar con
antelación a la situación de jubilado y dejar ese hueco a un junior… o lo que
es lo mismo, coger un atajo para dejar de currar…
En estos 41
años que serán 42 al final del “relevo” en el mismo barco, hemos hecho y
seguimos haciendo, desde grumete,
marinero, contramaestre, sala de máquinas, puente de mando etc… al repasar la “hoja
de servicio” si no súper satisfecho (siempre me he considerado como que podía haber
conseguido más retos, mejores resultados)… bueno me pongo un “notable ¿alto?”, podía debía haber emprendido alguna aventura,
como ciclista que soy, haber intentado más escapadas, haber abandonado labores
de gregario y tomar el maillot amarillo, pero llegado este momento no es cosa
de lamentos, en los distintos roles desempeñados lo he hecho con solvencia y
mucho esfuerzo, todos los días he procurado y procuraré aprender para hacer
mejor mi cometido…
Buen momento
para agradecer al “armador – almirante” capitán, compañeros oficiales, contramaestre,
marineros que nos hemos acompañado en esta larga travesía, con calma chicha,
mar picada y últimamente con esta tormenta que no amaina… bueno, algo si… hemos
luchado contra viento y marea, la mar es dura pero la tierra también ¡¡ MUCHAS
GRACIAS !! como dice “el almirante” lo importante es llegar a puerto, arreglar
los desperfectos, la velas y volver a navegar… los barcos parados se oxidan y
los marineros más…
Esta etapa
de pre-jubilata, relevista me gustaría que esos casi 11 meses fuesen de añadir
valor, de hacer cosas que permitan al barco salir de la tormenta y navegar
viento en popa y a toda vela y cuando desembarque definitivamente decirme ¡ole,
ole, ole…!
Desde esta
posición de “no-miedo”, uno ha conseguido asegurar ese sustento (pensión,
mientras duren) que tanto preocupa en tiempos de crisis, ahora las cosas se ven
con más calma y verdaderamente lo que vayamos a hacer, tiene que tener un punto más de pasión, de
querer hacer lo que hay que hacer, de disfrutar con la labor… de formar parte
de ese ¿Consejo de Ancianos? A quien recurrían en las tribus de la antigüedad para que
aportara experiencia y serenidad, lejos de esas luchas por los méritos, “medallitis”
le he llamado muchas veces… hoy simplemente es una escala pero seguimos navegando... y como decía Mandela..., cada vez más:
“Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma”
será cuestión de buscar para la siguiente etapa, un "cascarón" ponerse en parche en el ojo y seguir surcando mares o carreteras que tengan montañas... quiero compartirlo con quien me lea